Este propósito esencial de la meditación es ver/sentir claramente o, en otras palabras, Ser. Esta visión clara ocurre por medio de ser/estar en el momento presente y observar profundamente, iluminando eso que ya está ocurriendo y que siempre ha estado ahí, lo cual nos da la oportunidad de darnos cuenta, entre otras cosas, de quienes somos, cual es nuestra naturaleza y la de este universo, y como nos estamos relacionando. En otras palabras, la meditación es la práctica/invitación por la cual podemos re-conocer nuestro Ser Verdadero (o como quieras llamar esa parte de todos los seres, de toda la existencia, que nos Une más allá de nuestras diferencias), así como esos obstáculos y creencias que nublan este re-conocimiento. Con este objetivo tan general pero común en cualquier religión o espiritualidad genuina, podemos decir que, afortunadamente, la meditación no pertenece a ningún linaje en particular. En realidad, debe ser vista como una herramienta que podemos poner en práctica para dicho fin. Por lo tanto todos, no importa de dónde vengamos o en que creamos, podemos meditar!
Pero, siempre es importante recordar que con la meditación no lograrás nada, por lo tanto no hay nada que hacer ni buscar, no hay expectativas, ni beneficios. Más bien, el poder de esta práctica yace en que te alinearás con las cualidades naturales que ya están en ti pero que generalmente bloqueas. A través de este proceso, te harás disponible para que estas cualidades, como el cuidado, el amor, la claridad, concentración, la confianza, la armonía, entre otras, crezcan y den frutos naturalmente, permitiéndote habitar de maneras sanas y conscientes.
Expirando me siento fresco/a (fresco)
Inspirando me veo a mi mismo/a como una montaña (montaña)
Expirando me siento sólido/a (sólido)
Inspirando me veo a mi mismo/a como un espejo de agua (agua)
Expirando reflejo la realidad (reflejo)
Inspirando me veo a mi mismo/a como un espacio ilimitado (espacio)
Expirando me siento libre (libre)
Pero si dirigimos nuestra mirada hacia el tronco nos resultará claro que el árbol está bien enraizado y no corre el riesgo de morirse más bien, cuando llegue la primavera ofrecerá sus flores y sus frutos. De la misma manera, cuando nos sacuden fuertes emociones no debemos concentrar nuestra atención sobre los pensamientos y el estado de nuestra mente. Todo lo contrario, debemos intentar bajar hacia el tronco, hacia nuestro cuerpo. Podemos prestar atención al movimiento del abdomen que se expande con la inspiración y que se contrae con la expiración. Si superamos nuestra tendencia a perseguir los pensamientos, descubriremos que el abdomen es un sólido refugio. Y que sobrevivirá a esta tempestad incólume. Volver a la conciencia del cuerpo nos ayuda a hacernos sentir enraizados y estables. De esta forma, también en las situaciones más difíciles sabremos qué hacer y no nos expondremos a actuar desconsideradamente.
La práctica de parar no se limita a nuestra meditación sentada. Apenas nuestra meditación comenzará a tener éxito, empezaremos a notar cambios en nuestra vida cotidiana. La meditación sentada no está separada de nuestra vida de todos los días y, es gracias a ello, que meditar nos ayudará a vivir una vida más feliz y relajada.
Respira manteniendo la conciencia en cómo se infla el pecho
Pon tu atención en el cuerpo, incluyendo esos lugares donde hay contacto
Pon tu atención al espacio en todas sus direcciones
Descansa en esta sensación
• Sentir el balance del cuerpo
• Sentir la respiración
• Sentir las sensaciones fuertes
• Sentir los lugares donde hay toque del cuerpo, lugares de presión y de textura
• Sentir los sentidos y darles atención
• Sentir el limite/borde/frontera del cuerpo en su totalidad
• Sentir lo ilimitado de nuestra existencia.
Nota: estas se hacen una por una o acumulando las diferentes etapas de la meditación
Sentado en quietud, profundamente relajado, alerta y despierto
Dejo todo ser exactamente como es.
Sin problemas, sin expectativas, sin lucha interna.
Medito con infinita paciencia
Sin nada que hacer, nada que cambiar, nada que lograr,
Libre de la identificación con los pensamientos que surjan
Simplemente descanso como la Consciencia que soy.
En la meditación, queremos observar y experimentar la Realidad, la cual siempre es, y por lo tanto no negamos ni nos fascinamos con nada en particular; eso incluye negar que existen pensamientos o fascinarnos con los momentos cuando hay poco, o nada, de pensamiento. Además, como lo dicen las instrucciones, no estamos buscando nada y, como nada es un problema, no hay nada que resolver. Al simplemente estar y ser con lo que es, sin ningún tipo de lucha interna, dejarás de identificarte con los pensamientos y todo lo que surja como si eso fueras tú, así estos continúen apareciendo, y, de esta manera, te conectarás con la Libertad inherente y el Amor que siempre has sido Tu.